Historia del proyecto
El promotor de esta iniciativa es Santos Lozano Palomeque, y su familia, que desde inicios de los años 80 desarrolla actividades de conservación e investigación de la naturaleza. Una de las disciplinas en las que trabajó fue la investigación de la competencia interespecífica de aves limícolas en los Llanos de Cáceres (1.992-2.003), también censos, anillamientos, conservación del patrimonio y educación ambiental. Tras esas iniciativas pioneras, las inquietudes por el estudio de la naturaleza le llevaron a viajar a los lugares más remotos del mundo: las selvas tropicales de África y Latinoamérica, las cordilleras de los Himalayas, los desiertos o el sur de la Patagonia.
Con los años, y por su formación académica de ingeniero, la investigación fue centrándose en una disciplina poco estudiada, el uso de la energía en lugares remotos, en particular en actividades socieconómicas del bosque mediterráneo. Esas investigaciones, que se iniciaron en 2.003, fueron pioneras en campos actualmente en auge, como la utilización de las energías renovables para actividades en lugares remotos, las causas del despoblamiento de las poblaciones rurales aisladas y la adaptación de actividades económicas a las perturbaciones térmicas que está provocando el cambio climático.
En 2.003, inició el estudio de la reproducción de plantas del bosque mediterráneo en zonas de media montaña, en la cabecera de los ríos, en particular en los bosques riparios, alcornocal y robledal. Para ello se analizaba la propagación y ensayos con semillas y esquejes, se comenzó también la construcción y ensayo de un buen número de prototipos expresamente diseñados para mejorar el entendimiento de la energía eléctrica, térmica, la distribución del agua, la psicrometría, la monitorización. El control de todas estas técnicas hizo posible entender la forma de acelerar y mejorar las tasas de propagación de las diferentes especies. Muy en detalle se estudió como afrontar tanto las temperaturas estivales como las invernales.
Contexto del proyecto de investigación
Con la experiencia acumulada, y desde 2.012, como socio de TECNOCE, S.L. ha llevado a cabo tres proyectos de investigación industrial, con financiación pública, cuyo objetivo es investigar en detalle las variables energéticas que condicionan la propagación de plantas de zonas de montaña, aplicando un enfoque geobotánico. Lo que se busca es averiguar cómo las condiciones ambientales y la psicrometría ambiental, determinan el éxito o no de una especie. Son variables de interés por ejemplo el número de horas de radiación solar que recibe la planta según la orientación de una montaña o la humedad que capta en las laderas de bosques nublados.
La metodología empleada consistió en crear ambientes artificiales controlados de forma que pueda estudiarse como se comportan las plantas y a la vez registrar las variables del proceso. Todo ello en el seno de un proyecto más amplio de creación de cadenas de valor en lugares remotos usando exclusivamente energías renovables que nos permite estudiar un gran número de procesos.
Las principales conclusiones son que hay especies y variedades oportunistas que prosperan fácilmente porque pueden competir mejor al captar los recursos mientras que otras pueden ver declinar sus poblaciones si tienen menos capacidad competitiva en el nicho ecológico que ocupan. Sobre todo, por la actividad humana, se tiende a propagar las especies más oportunistas y progresivamente se pierde biodiversidad.
En consecuencia, acciones proactivas sobre las especies con menos capacidad competitiva pueden ayudar a prevenir la declinación de especies más amenazadas e incluso mejorar la biodiversidad del bosque mediterráneo.
Por otra parte, los hábitats del bosque mediterráneo comprenden además especies como son las aves o mamíferos frugívoros, y los insectos polinizadores (abejas, abejorros, coleópteros, sírfidos, etc.) que interrelacionan entre sí.
